Recordando

Hoy mi intensión era postear la reseña de una película taquillera, pero algo de mayor relevancia llamo mi atención paseando por un centro comercial, tras ver "Rápido y Furioso 7" me dispuse a pasear sin rumbo para ver que encontraba en aquellas tiendas, pero lo que encontré me lleno de tristeza, al ver que la economía del país nos consume, que nada es lo que solía ser.



Como es de conocimiento público, el organismo que controla las divisas llamado Cencoex hace tan solo un par de días nos colocó a los venezolanos en un tres y dos. Elimino nuestro cupo de dólares en efectivo y nos restringió a usar nomas la banca pública para gestionar unos dólares que nos pertenecen. Es triste, lo se. Realmente no hay manera de describir las reacciones de las personas, unos lloraron, otros se molestaron, algunos se desahogaron por las redes y muchos se sintieron amenazados por la inminente crisis que se nos viene encima.

En lo personal quede en shock, me parecía un tanto irreal, tal como un mal sueño. Es decir, evidentemente no estamos en los mejores días de Venezuela, pero uno mantiene la esperanza, tiene fe en que si lo deseas mucho quizás mejore todo. He observado a un montón de personas insultando a otros ¿cosa loca no? Un hermano contra otro discutiendo por una situación que no pueden cambiar, hasta absurdo suena. Es gracioso como la gente dice salgan a luchar y dejen de quejarse en las redes, pero si lo piensas bien ¿contra quién se lucha? el principal enemigo es ese que está a tu lado, que se niega a cambiar, a progresar. Es esa persona conformista que tiene el mal llamado "bozal de arepa", esos quienes si tienen para cenar no piensan en el mañana.

Curioso, salir a las calles y pensar que no sabes que va a pasar en tu país, en la manera de salir de esta crisis y avanzar a la prosperidad. Y es cuando el corazón a uno se le pone pequeñito como una hormiguita, cuando te detienes a ver a la gente, ves niños chiquiticos, con caritas alegres corriendo, ves madres embarazadas, parejitas de novios, señores y viejitos. Entonces tu mente comienza a trabajar, a pensar que esa gente es tu gente. Pensar que ellos depositaron sus sueños en este lugar, sus esperanzas, decidieron hacer sus vidas en este país, invirtieron dinero y esfuerzo para tener lo que tienen, pero es tan injusto que no puedan vivir como lo merecen por el simple hecho que un grupo de malas personas decidió que así debía ser.

Ves negocios familiares, con nombres jocosos y bien pensados, por lo cual asumes que sus dueños aspiran grandes cosas. Ves inmigrantes los cuales lo tuvieron que abandonar todo para venir a Venezuela y volver a comenzar. Yo pregunto ¿Cómo le dices a esas personas que tanto esfuerzo no sirve de nada? ¿Cómo le haces entender a un niño que no hay dinero para juguetes? ¿Cómo no entender a los jóvenes que sienten que perdieron justo aquí su juventud?

Recordando hoy estaba cuando aún eras mía, cuando eras prospera y feliz. Ese momento cuando la gente amaba venir a visitar tus sabanas, morían por conocer tus playas y añoraban aquellos llanos tan extensos. Tú tan rica, tan hermosa Venezuela. Saber que tus hijos te han maltratado hasta dejarte en el piso, sin cargos de conciencia, sin siquiera mirar a atrás, a ti que les diste todo. La verdad mi infancia fue muy feliz, quizás porque no sabía de política o porque no entendía de problemas, no importa realmente, pues lo que realmente sucede es que te extraño Venezuela, esa que eras, esa que me gusta recordar.

PeriodistaNoctambula

No hay comentarios:

Publicar un comentario