Monólogo existencial


Una tarde calurosa, como la de hoy, intento estudiar, tomo mi libreta y comienzo a leer las clases, mis ojos van detallando lentamente palabra por palabra. Tomo un respiro, jamás he sido buena aprendiendo las cosas de memoria, prefiero leer, interpretar y explicar todo a mi manera, pero como le haces entender eso a un profesor. Sigo leyendo, pero esta vez en voz alta, aprovecho y mejoro mi lectura, mi pronunciación. Probablemente mi profesor de acento neutro estaría muy contento de ver lo mucho que utilizo sus clases. Aquí estoy en medio de un monólogo existencial.

Salgo a tomar "aire" o mejor dicho un caloron, la temperatura está insoportable, podría derretirme bajo ese impetuoso sol, cual barquilla prefiero volver a mi cuarto. Sin embargo, allí esta ese cuaderno lleno de anotaciones que no quiero leer más este día, perdí la cuenta si fueron cuatro o cinco veces. Ya me aprendí las fechas, los nombres, conceptos, todo. Pero sigue allí la duda, estaré pensando en mi libreta hasta el momento en que este en mi exámen e intente visualizarla con mis tips para recodar, esas hojas llenas de mis garabatos y remarcadas con resaltador. También ensaye la obra, esa que no entiendo totalmente pero que me gusta de alguna forma.

Y aquí estoy boca arriba en mi cama, con la mente sumergida en mis pensamientos, otra tarde que se va, otro día rutinario. Siempre intento buscar la emoción, hacer cosas nuevas, diferentes pero no siempre lo consigo, no siempre puedo hacerlo. Hay días en los que me encuentro muy triste y algo solitaria, quizás es porque la mitad de mi vida esta a unos cuantos kilómetros de aquí o tal vez sea porque no me hallo, porque mientras más tiempo transcurre menos sentido le encuentro a todo.

Ver televisión no alivia mis inquietudes ni mis angustias, solo contribuye a que me desespere aún más. Las noticias, la cotidianidad y la gente. ¡ay la gente! No los entiendo ¿Sabes? Se quejan de sus desgracias, del país, de todo pero ahí están, preocupandose por tonterías, por fiestas y salidas, en vez de tomar conciencia y hacer un cambio. Quizás la extraña sea yo y las superficialidades estén de moda este año, quizás nací algunas eras tarde, porque no encuentro nada en común con el 90% de las personas que tienen mi edad.



Creo que he vivido mucho, para mi corta edad, es posible que madurara tan rápido que no me tome el tiempo para apreciar las niñerías de la vida o quizás simplemente la vida no me dejo escoger. Tampoco es que soy una persona muy sabia, solo alguien que anda pensando por la vida, deteniéndose a analizar cada detalle de una manera minuciosa o mejor dicho quisquillosa. Madre mía, ahora que lo noto ni quisiera hablo igual que otros, ¡ja, cuanta rareza hay en mí! 

No obstante se que allá afuera está mi gente, mi mamá, mis hermanas, mi novio. Mi pequeño mundo perfecto, que no me juzga, que me entiende y apoya. Ese grupito íntimo y selecto solo mío. Las personas que estarán para mi, aplaudiendo mis logros, festejando mis triunfos y alardeando de quién soy. Entonces lo noto, entonces caigo en cuenta, que no necesito más, no necesito encajar en un mundo que no tolero, porque allí tengo mi hogar, mi lugar perfecto, ese que solo yo conozco. Y es cuanto consigo las fuerzas para seguir hacia adelante, por otro logro, por otra meta.. Seguiré repasando.

Mi hogar es donde estas TÚ ❤
Escribiendo de tarde para variar #PeriodistaNoctambula
#AlNorteDelSur

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