Talón de Aquiles



El talón de Aquiles, parte de la mitología griega, bien conocido por ser la única debilidad del legendario guerrero de Troya. Se dice que era prácticamente invencible excepto por su pequeña vulnerabilidad en el talón, donde fue clavada la flecha que acabó con su vida. Es curioso, tantos actos heroicos, tantas batallas ganadas, para morir por un simple talón. Puede que la historia tenga otro trasfondo, aún más complejo que el veneno de una flecha, pero es mejor quedarnos con la simbología del talón.  Lastimosamente Aquiles era tan humano como tú y como yo, y tenía una debilidad, realmente todos las tenemos, cada uno de nosotros lleva consigo un talón (metafóricamente hablando).


A veces nuestro talón de Aquiles se encuentra a simple vista, donde las demás personas pueden percibirlo y aprovecharse de este, otras veces nos esmeramos tanto en ocultarlo que nos engañamos a nosotros mismos hasta quedar completamente ciegos, dando traspiés por la vida. En ocasiones la vulnerabilidad se presenta en situaciones que nos sobrepasan, quizás en actitudes que no logramos controlar e incluso en personas que hacen que perdamos los estribos, aunque sea por un instante. Nadie esta excento.


Hoy le escribo a la debilidad que nos destruye, esa que nos nubla el camino y no nos deja mirar que hay más allá de la misma. A ese talón que por más que luches no logras apartar de tu camino, a ese mismo que te hace perder la razón y te lleva a las situaciones más descabelladas. Sí, te escribo a ti que no me dejaste ser libre cuando debía, que me cortaste las alas siquiera antes de aprender a volar, a ti que te entregue todo y más, solo para quedarme con las manos vacías, sin recibir nada a cambio.


Eres tú divina debilidad, que me diste una falsa esperanza, esa que me hizo soñar cuando la vida era distinta. Pero hoy todo está claro para mi, pues eres tan intangible como el mismo aire que respiro, tan inalcanzable como la nube más alta del pavimento y tan irreal como los cuentos de hadas. A ti que te entregue mi mejor sonrisa, mis ganas de vivir, mis días buenos, mis días malos, cada extracto de mi ser, solo para que terminaras siendo tan decepcionante como las demás cosas que encuentras en este gran periplo llamado vida.

Solo Dios podrá juzgar cada paso que he dado en mi camino, cada error que he cometido y cada vez que me he dejado seducir por las exquisitas tentaciones. Pero sin que me quede nada por dentro, te diré que ya no eres más mi debilidad. Pues como la vida de Aquiles todo tiene su final y ya no eres más de mi, como yo lo era de ti. Tu nombre ya no es sinónimo de angustia ni desasosiego, ya tus palabras no me embriagan cual dulce néctar y tu presencia es un simple recuerdo, que morirá con el tiempo. Pues no eres más mi talón de Aquiles.

#PeriodistaNoctambula ❤

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