El arte de un recuerdo


Buenas noches mis queridos bloggers, he estado algo ausente por las festividades, haciendo esto o aquello o simplemente dejando ir mis suspiros al viento. Pero lo importante es que ya estoy aquí. Hoy escribo sintiéndome inspirada por los recuerdos, esos que sin saberlo se alojan en tu subconsciente y de vez en cuando abandonan su cautiverio para salir a pasear, para flotar despacio por tu mente y llevarte a un momento o a un lugar que solo tú puedes recordar.


Los recuerdos vienen en diferentes formas y en muchas presentaciones, pueden ser canciones, tonadas, algún olor o quizás un sabor. Pero lo mágico del asunto es que no sabías que existía hasta que se te presenta. Hoy viendo una de mis series favoritas me di cuenta que no solo me pasa a mí, ese instante cuando recuerdo una melodía mas no la letra, ni tampoco recuerdo donde la aprendí, simplemente viene a mí como una ventisca en pleno invierno.  

¿Y en realidad se han puesto a pensar que es un recuerdo? ¿Podría ser el recordatorio de que aún estamos vivos? La manera de revivir lo mejor y peor de nuestra vida en segundos, casi como en una película, pero en este caso eres el protagonista y también el espectador. Que son los recuerdos sino regalos mágicos que nos permiten transportarnos a lugares lejanos, que nos llevan hasta personas y que nos llenan de emociones una vez más. Son tal como recoger un puñado de margaritas en el cambo y olerlas, solo para poder recordar su embriagadora fragancia, la frescura del campo y el calor del sol que cubre tu cuerpo. Para que cada vez que necesites salir de tu realidad puedas cerrar tus ojos y oler margaritas, siendo feliz de haber vivido ese momento.

¿Acaso no les sucede que ven a una persona y tienen la impresión de haberla visto ya? En ese preciso momento mi mente se debate entre lo que acontece frente a mis ojos y mi amplia búsqueda de recuerdos mentales. A veces imagino cientos de archivos, carpetas por doquier, enumeradas y guardadas a mi estilo, ese que me caracteriza, mi manía tan personal de nombrar las cosas. Con post it de colores por todos lados. Así han de estar archivados mis recuerdos en mi mente, con notas al pie de página, estrellitas violeta para los recuerdos especiales y una obsesión por la ortografía.

Tengo ciertas mañas algo locas y suelo ser muy testaruda, quizás porque mi mente venia impresa así de fábrica o porque soy una persona sumamente autocritica y perfeccionista, pero desde que tengo uso de razón siempre he sido necia al recordar, hubo días donde no lograba dormirme sin recordar donde había leído una palabra o donde no prestaba atención por estar vagando por mi mente buscando una imagen mental, ubicándola en algún lugar cuya dirección también vagaba pero en otro sentido.

Como dice JK Rowling, mediante el personaje de la saga Harry Potter, Dumbledore “Las palabras son una fuente inagotable de magia”. Pero la imaginación y la mente humana tienen aún más crédito, ya que son esa maravillosa fábrica de ideas y cuna de la creatividad. Y sin ella no podríamos recordar y mucho menos vivir soñando.


Les hablo un ratico #PeriodistaNoctambula 

No hay comentarios:

Publicar un comentario