Un Mundo Retrógado


A pesar de encontrarnos en medio siglo XXI, aun logramos encontrar personas cuyas creencias de antaño nublan su razón. El machismo nos invade hasta tal punto, que ahora hasta las mujeres son machistas… Temen exponer sus ideas creativas e innovadoras por el hecho de parecer demasiado femenino para interesar a algún hombre. Lo curioso es que, todos presumimos ser muy modernos pero la libertad de gustos aun es tabú. ¿Es decir, realmente importa que un hombre use una camisa rosada o turquesa quizás? Conozco a muchos jóvenes cuyos gustos en color pastel no afectan su masculinidad. Y para ser sinceros ¿Por qué lo haría? Los invito a investigar las oficinas de la famosa marca Google. Son coloridas, vivaces e increíblemente creativas. ¿Acaso no trabajarías en una oficina amarilla, solo porque tu complejo machista te lo impide? Si casualmente tu respuesta es SÍ, ¡entonces este post es para ti!





De hecho para hablar del machismo primero deberíamos conceptualizarlo, para no deformar los verdaderos conceptos, tal como lo ha hecho la sociedad por años. Según la RAE el machismo es “Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.”. En pocas palabras, se refiere a esas veces en que los hombres se creen superiores a una mujer. Debo admitir que vivo en una sociedad marcada por el machismo, y esa es la sociedad Venezolana. Y no se vayan a ofender, ya que acá solo expongo mi punto de vista.

Mi razón juicio viene de esta absurda creencia, de que si el hombre trae el pan de cada día, entonces él es quien lleva los pantalones. Hay que hacer la salvedad que el feminismo es otro mal que padece este mundo, ya que todos los extremos son malos. Las mujeres no somos superiores o inferiores que los hombres. Si bien es cierto damos la vida, pero ellos también influyen en este proceso, sino podríamos ser como las estrellas de mar.

Para hacer más fácil de explicar, porque me indigna el machismo contare un par de anécdotas que me parecen sencillamente lamentables. Desde hace un buen tiempo conozco a un señor, cuyo carisma es su mejor carta de presentación, siempre quedo encantada con sus mil y una historias. Es de esas personas que ya no hay, ya que al hablar con él las conversaciones están plasmadas de música anglo, cultura y jocosidad. Sin embargo, como la vida no es ni tan azul ni tan rosa, descubrí una pequeña inclinación machista oculta entre un puñado de bondad. Incluso podría decir que tiene una posición firme en su “estatus” de macho alfa.

¿Se preguntaran la manera en la cual hice este hallazgo? Fue en un día como cualquier otro, en el cual me senté a oír sus historias, cuando el señor hizo un comentario acerca de su esposa.  Me contaba con muy elocuentemente que su señora siempre ha sido muy coqueta, una persona consiente de su imagen personal. No obstante, un día el llego a su casa y su esposa ella estaba ocupada entre las labores hogareñas y el cuidado de sus hijos, entonces la vio desarreglada y sin maquillaje.. Y este se atrevió a decirle “¿Pero qué te paso? Te ves muy mal, ¿acaso yo me case con una mujer fea? Según comentó, se sintió prácticamente desenamorado de su esposa, por el simple hecho de que es humana.. En ese momento mi mente se paralizo, casi sin poder evitarlo lo mire con cierta indignación, luchaba con mi rostro para que no delatara mi desacuerdo por su expresión tan machista, pero lo peor del caso es que sus palabras salían de su boca como música, casi de manera natural, sin darse cuenta lo terrible que sonaba esa historia.

Aunque en ese momento no omití opinión, recuerdo lo incomoda que me sentía, todo lo que pasaba por mi mente para decirle y también las razones por la cual no puedo ir dando sermones a personas que me llevan unos 50 años de experiencia. Yo intento no ser prejuiciosa, pero ese día, ese instante cambio para siempre la buena imagen que solía tener del señor. Sin embargo, decidí colar ese percance y le di la vuelta a la tortilla. Entonces pasaron algunos días, y en medio de otra larga conversa con el estimado señor acerca del séptimo arte, este me mostro su lado homofóbico y machista nuevamente. Donde criticaba a una serie de grandes actores por encarnar papeles controversiales, tales como travestis y personas homosexuales, los describía casi como si fueran leprosos o personas que padecieran una enfermedad contagiosa, por los cuales deberían vivir en cuarentena.

Debo acotar que ningún ser humano tiene porque ser denigrado y mucho menos vejado. El valor de la gente es importante en la vida de todos, no importa si eres hombre, mujer, gay, travesti, transexual o heterosexual. Tienes derecho a existir y vivir tu vida como mejor te parezca, siempre y cuando no afectes a otros. Vive y deja vivir porque sino vivirás atormentado por el comportamiento ajeno y créeme a los demás no les importa tu opinión.

Siendo la voz de la razón, para variar #PeriodistaNoctambula 

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