Mi sorpresa del día

Hoy fue uno de esos días tediosos, raros, conmovedores e inolvidables. Mi ojito se enfermo, por lo cual tuve que ir al doctor hoy, casualmente mi mamá también tenia que ir a consulta, lo que me confino toda la tarde en esas horrendas salas de espera tan peculiares. Pero lo que no esperaba era vivir lo que me sucedió este día. Estaba como siempre, sentada en esas sillas escuálidas metálicas, esas cuyo metal es tan frió que es imposible sentirse cómodo, también son recordadas por tener asientos conjuntos, es decir, cuando tu vecino de asiento mueve su pierna incesantemente o se contonea en su silla, la tuya se mueve como en un harlem shake. Me senté, con lentes oscuros en plena sala, bien alumbrada debo decir, la gente siempre te vera extraño, pero esta vez era comprensible, estaba en una clínica o mejor dicho en el interior de ella y tenia lentes de sol. No obstante, en la vida no se puede complacer a todos, no puedo llevar un cartelito explicando que tenia un ojo tan rojo que podría teñir una camisa, así que disfrute mi tarde siendo juzgada por ser una "diva".

Sentada allí, esperando por la secretaria, estaba tranquila, incluso podía ver hacia un área abierta donde había un gatito. Me distraje medio segundo y allí estaba la secretaria llamándome para tomar mis datos, me pare y hable con ella en un transcurso de 20 segundos. Pero cuando voltee había una pareja sentada en los asientos junto al mio, un par de señores, la mujer rubia con lentes grandes y una gran lazo y su esposo un hombre sencillo, nada estrambótico en su apariencia, quizás por ello no recuerdo su rostro. No llevaba sentada ni un minuto y la señora ya estaba preguntándome cosas personales, diciendo cumplidos y hablando con mi mama acerca de mis síntomas. No hay que ser un genio para comprender que soy enemiga de os extraños "simpáticos", aquellos que quieren hacerse tus mejores amigos y te cuentan anécdotas vergonzosas de su familia. La señora comenzaba a molestarme, se acercaba demasiado a mi, yo tenia dolor en mi ojo y para completar la escena no tenia casi señal de teléfono.

Entre ratos buscaba señal y le escribía a mi novio, mi hermana. Hacia cualquier cosa y la vista acosadora de mi vecina la del gran lazo me recorría de arriba hacia abajo. Incluso podía sentir que alcanzaba a leer mis mensajes, cuando sentí que no podía más, santo remedio saque mis audifonos, encendí mi ipod y surgió la magia, mis oídos se llenaron de música, ahogando la voz chillona de esta molesta extraña, quien poco a poco se dio cuenta que la ignoraba y no tuvo otra opción que hablar con su esposo. Luego llego una mujer más joven, con sus tres niños, inquietos y traviesos, totalmente graciosos, eran muy tiernos, me entretuve mirándolo sus ocurrencias hasta que un desgarrador sonido supero incluso el volumen máximo de mi Ipod. Eran gritos, gritos terribles y ahogados por un llanto desconsolado, no pude evitarlo, me quite los audifonos para escuchar con claridad y allí estaban los gritos de alguna joven, cuya vida cambio hoy, una chica que perdió a su madre.

Toda la sala retumbaba con sus lamentos, sus gritos están plasmados en mi memoria, así como cuando vas a tu primer concierto, ese sonido que jamas olvidaras. Se sentía cargado el ambiente, triste y desolado. Los rumores no tardaron, la historia del día fue que una joven mujer estaba en terapia intensiva y su vida llego a su fin, justo hoy, justo allí. Al otro lado de esa helada sala, esperaban desesperadamente su esposo y dos hijas, quienes recibieron la triste noticia que embargo mi corazón el día de hoy. Es extraño pensar tanto en personas que no conocí, en gente que no vi, pero en una historia tan triste que puede destruir tu corazón en segundos. Fue un momento donde reevaluas tu vida, aprecias a tu familia y deseas que todas esas personas que amas, estén felices para siempre.

La gente murmuraba ¡pobre muchacha decían! perdió a su mamá. Fue tan shockeante que intente retirarlo de mi mente, pero no pude, incluso tras horas de lo sucedido cuando pase por aquel pasillo, solo podía imaginar a aquellas chicas llorando en las ventanas o en las sillas verde olivo, que están frente a terapia. Tuve que esperar mucho hoy, e inevitablemente tuve esos momentos filosóficos, en un balcón, mirando el transito, mirando las nubes, despejando mi mente de esa tristeza ajena y agobiante que me perseguía. Oí música, cante y me distraje, esperando que esa sensación fea se fuera. Salí un momento al otro lado de la clínica, había una camioneta de par en par, con la maleta abierta, se veía un tanto fúnebre, al volver me congele, frente a mi estaba un grupo de personas mirando a un punto fijo, un enfermero con una camilla y entonces voltee, había un cuerpo cubierto con una manta en aquel carro fúnebre, era aquella mujer, la madre, la esposa. No tuve el valor para quedarme a observar, como muchos de los que estaban allí, quizás por curiosidad o algún placer morboso, camine tan rápido que no recuerdo si llevaba mi bolso a cuestas o no. Al llegar a la escalera sentí un vació en el estomago, tome unos segundos, respire profundo, lleve mi mano hacia mi pecho e hice una pequeña plegaria, por su alma, porque Dios le brindara consuelo a su familia. Al llegar con mi mamá estaba sin habla practicamente, me senté y me quede allí mirando al vació.

Rato después asimile el shock de aquel momento inusual y entonces vi a un señor que vende libros afuera de la clínica, eche una miradita y allí estaba el libro que tanto había buscado, uno de John Green. "Bajo la misma estrella", lo observe, le hable al señor y me dijo que costaba una suma impagable, era absurdo para un libro. Baje la vista y le dije que no podría ser, no cargaba tanto dinero en mi bolso. Pero el señor me llamo, tal como en un negocio digno de la mafia irlandesa, a un tono casi inaudible me dijo "Te haré un descuento, pero solo esta vez", no lo creía, me reí y me dijo "¿Lo llevaras?" y obviamente accedí. Fue mi sol tras aquellas nubes grises, mi sorpresa del día. Sonreí, tome el libro y así entendí que el día no era triste, solo que hoy lo mire desde otra perspectiva.




Para todos aquellos que hayan tenido un día raro.. 
Reportandose por aca #PeriodistaNoctambula ❤

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